martes, 1 de enero de 2019

¿Vacuna mata ta?

No sé qué pasa en Carolina del Norte. Primero problemas con el estiércol y hace dos meses el peor brote de varicela que han visto en veinte años. En la escuela privada donde comenzó la plaga, el 66% de los niños afectados no estaba vacunado. Los motivos religiosos animaban esta conducta. 

No solo la religión anima este tipo de comportamiento. También nuestro presidente está de su parte. Aunque se cuida muy mucho de decirles a los americanos lo que deben hacer con sus hijos, Trump va vendiendo la idea de que las vacunas producen autismo y otro tipo de enfermedades. Desgraciadamente Trump no está solo en esto. Políticos que pensamos podrían ser racionales, como Robert F. Kennedy Jr., profesan el mismo credo. 

Scientists assert that all diseases can be prevented by inoculation

Y todo porque un científico inglés, el doctor Andrew Wakefield, en 1998 publicó un trabajo de investigación, falso, se descubrió después, en el que afirmaba que las vacunas contra las paperas, el sarampión y la rubéola podían ser peligrosas. Por lo visto en su preparación iba incluida una dosis de mercurio. No sé si lo del mercurio también se lo inventaría o tendría dosis de verdad, el caso es que la revista en donde lo publicó, The Lancet, tuvo que retractarse. El doctor tenía problemas de subvenciones y quiso dar el campanazo con el notición. Y bien que lo dio porque The Lancet retiró lo dicho, pero millones de americanos se quedaron con la copla y no la soltaron. Quizás como una manera para exhibir su poder de decisión y mostrar así su rechazo a las imposiciones estatales y federales. O simplemente recogieran la idea desechada porque es más fácil creer en algo cuando no se encuentra explicación posible a un mal que nos aqueja. 

Entonces, por qué este aumento tan feroz del autismo. El famoso sobrediagnóstico. A tirar de pastilla cuando no hace falta. Y las horas pegadas a la tecnología. Seguro que tampoco ayudan mucho. 

Trump, ¿estará vacunado?

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